Tips sobre hábitos alimentarios tras las vacaciones

 

Toca resignación postvacacional. Todo lo bueno tiene su fin y el placer de los días más largos, el contacto con el mar y la bomba de oxígeno del descanso veraniego inicia su definitiva cuenta atrás. 

Aunque volver a lo cotidiano puede resultar un poco abrumador, hay una rutina que no debes descuidar: tus hábitos alimentarios. Tras un veranito de relajación, mantener una alimentación saludable es clave para tu bienestar y calidad de vida. Aquí te presentamos algunos Tips alimentarios para hacer que la vuelta de vacaciones no castigue ni tu cuerpo ni a tu mente.

¡Agua… bendita!

Después de semanas de cocteles frutales, bebidas gaseosas y quizás un poco de alcohol, tu cuerpo necesita una hidratación más adecuada. Así que, deja de lado esas bebidas azucaradas y opta por el agua.

Regreso al desayuno saludable

Durante las vacaciones, es común que nos saltemos el desayuno o lo reemplacemos por algunos menos saludables. Ahora es el momento de volver a un desayuno adecuado. Una primera ingesta que te ofrezca la energía que necesitas para enfrentar el día. Piensa en avena, yogurt con frutas frescas o un batido de frutas lleno de vitaminas y minerales. Hay infinidad de opciones para hacerlo tan apetitoso como atractivo. 

Redescubre las verduras

Después de semanas de barbacoas, fastfood y helados, tu cuenta corriente de verduras probablemente se encuentre en números rojos. Asegúrate de incluir verduras de temporada en tus comidas diarias. Opta por ensaladas frescas, vegetales al vapor o salteados.

Controla las raciones

Las raciones suelen descontrolarse algo durante las vacaciones, especialmente cuando se come fuera. Ahora es el momento de volver a la normalidad.

Comidas regulares

Establecer un horario regular para las comidas es importante para para retomar los buenos hábitos.

Snacks saludables

Si eres de l@s que necesitan picotear entre comidas, elige opciones de snacks saludables. Frutas, frutos secos o yogur son unas opciones excelentes.

Cocina en casa

Después de darle al gas de las comidas y cenas en restaurantes, o pedir comida para llevar, cocinar en casa es un alivio para tu cuerpo y tu bolsillo. Controlas los ingredientes y las raciones, no te dejas llevar tanto por los excesos, y puedes preparar comidas variadas y saludables a tu gusto. Y pon en práctica lo que ya sabes: ¡cocinar es muy relajante y divertido!

Ponle freno al azúcar

En verano solemos dar barra libre a los helados y los postres dulces. Reduce un poco el azúcar después de las vacaciones. Opta por alternativas más saludables; come frutas frescas o yogur natural cuando tengas antojo de algo dulce.

Mantén la actividad física

El regreso de las vacaciones no significa el fin de la diversión. Mantén una rutina de ejercicio regular para sentirte en forma y liberar endorfinas. Puedes atreverte con nuevas actividades (pádel, ciclismo, baile), volver a tu rutina de yoga matutino o simplemente recuperar el placer de correr y pasear.

¡Disfruta!

Por último, pero no menos importante, recuerda que la vida es para disfrutarla. No te prives de esos placeres culinarios ocasionales. Disfruta de una pizza, de salir a comer fuera o un helado de vez en cuando, pero no dejes que se conviertan en hábitos diarios.

La vuelta de vacaciones no tiene por qué ser un momento de privaciones y restricciones severas. Simplemente trata de volver a encontrar un equilibrio saludable en tu alimentación y tu estilo de vida. Al adoptar estos hábitos alimentarios, estarás cuidando de ti mism@ y preparándote para enfrentar el otoño con energías renovadas.

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