Aprobados en nutrición: la importancia de comer bien para las capacidades cognitivas de l@s niñ@s

Aprobados en nutrición: la importancia de comer bien para las capacidades cognitivas de l@s niñ@s 

La alimentación infantil es un pilar fundamental en el desarrollo físico, pero también juega un rol clave en el desempeño cognitivo de los menores. Numerosos estudios han demostrado que una dieta equilibrada y rica en nutrientes esenciales contribuye a mejorar la memoria, la concentración y el aprendizaje en l@s niñ@s. Así, garantizar una correcta nutrición no solo previene enfermedades, sino que también sienta las bases para un mejor rendimiento escolar y un desarrollo cerebral óptimo.

Nutrición y desarrollo cognitivo

El cerebro infantil es una estructura en constante desarrollo que requiere un suministro adecuado de nutrientes para su correcto funcionamiento. Entre los más relevantes se encuentran:

  • Ácidos grasos omega-3: presentes en pescados grasos como el salmón y en frutos secos, favorecen la formación de conexiones neuronales y potencian la memoria y la concentración.
  • Hierro: fundamental para el transporte de oxígeno al cerebro. Su deficiencia puede provocar fatiga y dificultades en la atención y el aprendizaje.
  • Zinc: presente en carnes magras, legumbres y frutos secos, favorece la comunicación entre las neuronas y mejora la memoria.
  • Vitaminas del grupo B: esenciales para el metabolismo energético del cerebro y la síntesis de neurotransmisores. Se encuentran en cereales integrales, huevos y lácteos.
  • Antioxidantes: frutas y verduras ricas en vitamina C y E protegen las células cerebrales del daño oxidativo y contribuyen al mantenimiento de la función cognitiva.

Consecuencias de una mala alimentación

El consumo excesivo de azúcares refinados, grasas saturadas y ultraprocesados tiene un impacto negativo en el rendimiento escolar y el bienestar general. Los picos de glucosa generados por una alimentación alta en azúcar pueden provocar alteraciones en la concentración y el comportamiento, mientras que la carencia de proteínas y micronutrientes esenciales puede derivar en dificultades de aprendizaje y mayor riesgo de trastornos del estado de ánimo.

Diversas investigaciones han encontrado una correlación entre la mala alimentación y problemas como la falta de atención, hiperactividad y rendimiento académico bajo. Una dieta inadecuada no solo afecta la salud física, también puede limitar el desarrollo cognitivo en etapas clave del crecimiento.

Para que l@s niñ@s tengan una dieta equilibrada que favorezca su desarrollo cerebral, es recomendable seguir algunas pautas básicas:

Incluir pescado en la dieta al menos dos veces por semana para asegurar un aporte adecuado de ácidos grasos omega-3.

Optar por cereales integrales en lugar de refinados para mantener niveles estables de energía y mejorar la concentración.

Priorizar frutas y verduras frescas en cada comida para aportar vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales.

Evitar ultraprocesados y bebidas azucaradas, que pueden provocar cambios bruscos en la energía y afectar la atención.

Incluir proteínas de calidad, como legumbres, huevos, lácteos y carnes magras, para garantizar un adecuado desarrollo neuronal.

Fomentar una correcta hidratación, asegurando que los niños beban suficiente agua a lo largo del día para mantener el funcionamiento óptimo del cerebro.

El compromiso de la restauración colectiva en los colegios

Los comedores escolares juegan un papel crucial en la alimentación infantil, ya que muchos menores consumen allí al menos una comida principal al día. Por ello, empresas especializadas en gastronomía colectiva, como Albi, desarrollan menús equilibrados diseñados por expertos nutricionistas, que buscan no solo cubrir las necesidades energéticas de los niños, sino también potenciar su desarrollo cognitivo.

Albi apuesta por ingredientes frescos y de calidad, ofreciendo el necesario protagonismo a pescados ricos en omega-3, legumbres y frutas de temporada en sus menús diarios. Además, minimiza el uso de ultraprocesados y prioriza métodos de cocción saludables para garantizar comidas nutritivas y apetitosas. De esta manera, la restauración colectiva en al ámbito escolar se convierte en un aliado esencial para fomentar hábitos saludables desde la infancia y mejorar el rendimiento a través de la alimentación.

La relación entre nutrición y capacidades cognitivas es innegable. Una alimentación equilibrada, rica en nutrientes esenciales, garantiza un adecuado desarrollo cerebral en la infancia. Padres, madres y educadores tienen la responsabilidad de fomentar hábitos saludables desde temprana edad, y la restauración colectiva en centros educativos, como la que ofrece Albi, se suma a este esfuerzo potenciando el aprendizaje y el bienestar infantil desde algo tan cotidiano como la nutrición. Invertir en una buena alimentación es apostar por el futuro de los niños.

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