Hidratarse para disfrutar de los pequeños placeres del verano

Coger la última tumbona libre de la piscina, echarte la siesta coincidiendo con una etapa del Tour, irte de Festival con l@s amig@s, sentirte como si fueras Rafa Nadal jugando a palas en la playa… El verano llega con el premio de los pequeños placeres, pero también con el peaje de tener que convivir con unas temperaturas instaladas, durante demasiadas horas al día, en el modo sauna.

Mientras disfrutas de las actividades al aire libre y desconectas del trabajo y de las rutinas cotidianas, es importante añadir a tu lista de planes vacacionales la importancia de mantenerte hidratad@ adecuadamente. Todos los días del año, pero especialmente durante el periodo veraniego, beber líquidos y añadir frutas y verduras ricas en agua permitirá que los pequeños placeres no sufran grandes imprevistos.

Un manantial de razones

El cuerpo depende del agua y es imprescindible conservar un nivel óptimo de hidratación que mantenga a punto a nuestro organismo. Sobran las razones para:

Combatir el calor. Durante los días calurosos, nuestro cuerpo tiende a sudar más para regular su temperatura interna. Este proceso de sudoración suele conllevar una pérdida significativa de agua y electrolitos esenciales. Mantenerte hidratad@ te ayudará a reponer los líquidos perdidos y a evitar la deshidratación, lo que puede provocar síntomas como mareos, fatiga y dolor de cabeza.

Mantener el rendimiento físico. Si eres una persona activa, ya sea practicando deportes o realizando actividades al aire libre, una hidratación adecuada es crucial para mantener tu rendimiento físico. La falta de agua en el cuerpo reduce la resistencia y afecta negativamente la coordinación y la concentración. Al mantenernos hidratados, podremos disfrutar de nuestras actividades favoritas sin sentirnos agotados o faltos energía.

Una piel sana. El sol y el calor dañan nuestra piel dejándola seca, opaca y propensa a quemaduras solares. Además de protegerla externamente, la hidratación adecuada desde dentro es clave para mantener una piel sana y radiante durante el verano. Beber suficiente agua ayuda a hidratar la piel y a mantener su elasticidad, evitando la aparición prematura de arrugas y promoviendo un aspecto juvenil.

Controlar el peso. Mantenerse hidratado puede ser beneficioso a la hora de no descontrolar nuestro peso. A menudo, la sensación de sed se confunde con el hambre, lo que puede llevarnos a consumir calorías adicionales innecesarias. Beber agua regularmente nos ayuda a mantenernos saciados y evita que comamos en exceso. Además, el agua potable antes de las comidas puede ayudarnos a reducir la cantidad de alimentos que ingerimos, contribuyendo a que mantengamos un peso saludable.

Mejorar la digestión. El calor puede ralentizar el proceso digestivo y provocar molestias estomacales. La deshidratación también puede conllevar severos problemas de estreñimiento. Beber suficiente agua ayuda a mantener un sistema digestivo saludable, promoviendo la eliminación regular de toxinas y facilitando la digestión de los alimentos. Una correcta hidratación previene problemas gastrointestinales y mejora el bienestar general.

Salud renal. Los riñones desempeñan un papel crucial en la eliminación de desechos y toxinas del cuerpo. La falta de agua puede aumentar el riesgo de formación de cálculos u otras patologías renales. Al mantenernos hidratados, ayudamos a los riñones a filtrar y eliminar los desechos de manera efectiva.

Agua y otras opciones

No hay unanimidad total en cuanto a la cantidad de agua que debemos consumir durante el verano. El Observatorio de Hidratación y Salud recomienda beber un mínimo de tres litros diarios en situaciones especiales de calor y temperaturas altas. Así también lo recalca la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), recordando que deben beberse 500 mililitros adicionales por cada grado de temperatura superior a los 38ºC.

Debemos beber aproximadamente cada dos horas, poco a poco y a sorbitos, y evitando que el agua esté muy fría o caliente. Mantenerla entre 10ºC y 15ºC facilita su absorción ya que el agua muy fría da la sensación de que elimina la sed más rápidamente y, por tanto, no se llega a beber la cantidad suficiente.

Otras opciones de hidratación, para no hacer que el agua se convierta en una condena más que en una bendición:  

Infusiones y té helado. Varía tus opciones de bebidas eligiendo infusiones de hierbas o té helado sin azúcar. Puedes prepararlos con frutas o hierbas frescas para agregar sabor y nutrientes adicionales.

Smoothies y batidos. Mezcla tus frutas y hortalizas favoritas en un smoothie refrescante. Puedes utilizar ingredientes como sandía, melón, pepino, menta y limón. Además de hidratarte, estarás obteniendo vitaminas y minerales esenciales.

Frutas ricas en agua. Durante el verano, las frutas como la sandía, el melón, la piña y la naranja son una excelente opción para hidratarte. Además, son deliciosas y contienen nutrientes beneficiosos para tu organismo.

Ensaladas y verduras crujientes. Las ensaladas frescas y las hortalizas crujientes, como el pepino, el apio y la zanahoria, son una excelente forma de hidratarte. Añade un aderezo ligero para realzar el sabor.

 Evita el consumo excesivo de alcohol y bebidas azucaradas. Aunque puede ser tentador disfrutar de una cerveza fría o una bebida azucarada, recuerda que pueden deshidratarte. Limita su consumo y opta por alternativas más saludables.

En conclusión, una hidratación adecuada es esencial para mantenernos saludables y a punto para disfrutar del periodo veraniego. Nuestro cuerpo depende del agua para funcionar correctamente en todos los aspectos, desde la regulación de la temperatura corporal hasta el transporte de nutrientes y la lubricación de las articulaciones. Cuidando de la hidratación, cuidamos de un verano repleto de pequeños placeres.

Puedes conocer otros contenidos relacionados con el mundo de la alimentación, la restauración colectiva o las novedades de Albie visitando la sección de Actualidad de nuestra web corporativa.

¡Comparte esta noticia!